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| photo by jlastras |
Ya nos hemos mentalizado y nos sentimos preparados para realizar nuestra primera práctica. Llevamos mucho tiempo sin hacer deporte, pero estamos convencidos de que lo conseguiremos. Nos cargamos con toda nuestra fuerza de voluntad y con todo el optimismo posible y nos ponemos en marcha. Al principio todo va bien, pero a medida que pasan los minutos nos cuesta respirar, notamos las piernas pesadas y llega el momento en que no podemos más. ¿Pero qué ha pasado? Apenas hemos corrido diez-quince minutos y estamos agotados. Más tarde aparecen las temidas agujetas. ¿Estamos mayores ya para practicar el running?
Tranquilos, no hay que desilusionarse, iremos mejorando a medida que avancemos en las prácticas.
